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Capítulo 6: El Segundo Oso Suelto

Después de la Primera Guerra del Golfo, el Primer Ministro Israelí Rabin hizo un atentado genuino para hacer la paz entre su país y los palestinos. El fue el primero en sostener conversaciones de paz con Arafat, y ellos firmaron el Acuerdo del Oslo en el 13 de septiembre de 1993. En el calendario hebreo esto fue el día 27 de Elul, el séptimo mes.

El gobierno israelí acordó de imponer un estado palestino en siete años. Pero entonces Rabin fue asesinado a balazos en el 4 de noviembre de 1995, y el acuerdo de paz fue dejado sin el necesario liderazgo para implementarlo.

En los días que llevaron al asesinato de Rabin, Dios me guió para interceder y ayunar por cuatro días desde el 1 al 4 de noviembre. En el último día de ayuno, el asesinato de Rabin me dijo el completo propósito de este ayuno. El ayuno fue una oración para atrasar la inevitable guerra destructiva, si posible. Rabin fue reemplazado por el Primer Ministro Peres unas semanas después, pero con su nombre indica ("división"), el presidió sobre una gente dividida y polarizada. El, también, fue incapaz de traer paz o implementar el Acuerdo Oslo.

En el verano del 2000, como el final del séptimo año se acercaba, el Primer Ministro Israelí Barak hizo otro intento para venir a un acuerdo con Arafat y para traer paz. Ellos hicieron buen progreso al principio. Entonces el Presidente Clinton se dice les ejerció demasiada presión para llegar a un acuerdo en cuanto al estado de Jerusalén en sí—el problema mas difícil de todo. Las negociaciones de paz entonces se rompieron el 25 de julio de 2000 y fueron consideradas un fracaso triste.

En la misma fecha, el jet supersónico, el Concord ("armonía, paz") se estrelló en Paris, y el Señor nos habló diciendo, “ La paz es tomada de la tierra”. Esta palabra no se registró inmediatamente conmigo. Tomó un largo tiempo antes de que lo conectara con la declaración hecha por el ángel en 1986, cuando el dijo: “ Esta es la bestia de guerra, para ser suelta cuando la paz sea tomada de la tierra”.

Pero esto es precisamente lo que pasó. Esta colisión empezó un ciclo de Tiempo de Maldición de 414 días, llevando a la destrucción de las Torres Gemelas en el 11 de septiembre de 2001. En mi libro de 1991, Secretos del Tiempo, muestro muchos ejemplos de este ciclo de tiempo. Este es un ciclo del decreto de juicio para la verdadera ejecución del juicio. Dios da 414 años o 414 días como un período de gracia para ver si el hombre se arrepiente. Si ellos no se arrepienten, entonces es llevado a acabo el juicio. Esto es lo que pasó con los eventos del 11 de septiembre de 2001. Mira por ti mismo, el 25 de julio de 2000+414 días = 11 septiembre de 2001.

Es imposible de fabricar estas cosas. Yo no tengo ningún control de la historia. Solo reporto las noticias y revelo las causas espirituales como las veo. Como yo lo veo, el segundo "oso" fue suelto en el espíritu en el 25 de julio de 2000 con el colapso de las negociaciones de paz, y entonces 414 días después, esta liberación se manifestó en el mundo el 11 de septiembre de 2001.

Los eventos pasan en el espíritu antes de que ellos pasen en el mundo. Cuando tú miras eventos espirituales por revelación divina, entonces tienes alguna idea de lo que pronto va a pasar en el mundo y cuando. Por supuesto, una rara vez puede decir por seguro precisamente COMO el evento se va a manifestar, pero hay mucho que PODEMOS saber. Por entender el tiempo básico a través de historia bíblica, como está puesto en mi libro, Secretos del Tiempo, uno puede ciertamente llegar a ver "fechas a observar" si uno también tiene algo de discernimiento espiritual.

Un segundo evento significante que ocurrió en el año 2000 fue cuando Ariel Sharon fue hacia al Templo del Monte supuestamente para "orar". Ya que él no era un hombre religioso en ninguna manera, todos sabían que él fue ahí simplemente para provocar a los palestinos y para destruir el proceso de paz. Eso fue el porque él tomó por lo menos 1,000 soldados israelitas con él para "cuidarlo". No fue sorpresa cuando esta “visita” provocó otra revuelta, destruyendo lo que fue dejado del proceso de paz. Esto ocurrió el 28 de septiembre de 2000, el cual fue el 28 de Elul en el calendario hebreo.

En otras palabras, el proceso de paz empezado por el Primer Ministro Rabin en 1993 murió cabalmente el día después de que los siete años fueron completos. Había, por supuesto, esos quienes habían predecido que el Acuerdo del Oslo era el "pacto" mencionado en Daniel 9:27 que supuestamente será hecho con un gran "Anticristo", quien era también la “confirmación” de ese pacto en la mitad del periodo de siete años.

Por supuesto, tal confirmación no ocurrió en o alrededor de ese tiempo del 13 de marzo de 1997, el cual fue la mitad de los siete años. Y una vez que Ariel Sharon acabó con el proceso de paz en septiembre de 2000, toda especulación extraviada cesó, y una vez más, los maestros de profecía se quedaron en ridículo.

De hecho, Dios les dio siete años en los cuales establecieran paz, pero ninguno de los dos lados estaba interesado.

Así, hubo dos grandes eventos en el año 2000 que acabaron con el proceso de paz. El primero fue el fracaso de la iniciativa de paz el 25 de julio, y la segunda fue la visita de Ariel Sharon al Templo del Monte el 28 de septiembre.

Como mencionado antes, desde el colapso del proceso de paz en el 25 de julio de 2000 hasta el desastre de las Torres Gemelas en el 11 de septiembre de 2001 fueron precisamente 414 días. En el 25 de julio de 2000, el Señor pronunció que "la paz era tomada de la tierra". Exactamente 414 días después, este juicio fue ejecutado, y América fue el primero en sentirlo.

En ese día Dios removió Su mano protectora de América, porque de nuestra continua violación de Su ley y específicamente, por el pecado de parcialidad hacia el gobierno israelí desde su fundación en 1948. Este pecado ha permitido a los israelitas a robar la tierra y matar a palestinos con inmunidad, y esto ha creado un gran resentimiento entre toda la gente que los israelitas han oprimido con nuestra asistencia.

El desastre de las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001 enfrascó a América dentro de una guerra continua. En otras palabras, desató al segundo oso que vi en la visión de 1986. El ángel lo hizo muy claro que el propósito del segundo "oso" era para "devorar mucha carne" en Jerusalén. Yo identifico esto con las profecías de Isaías 29 y Jeremías 19 significando que esta segunda bestia está atrayendo al hombre y naciones dentro de un ciclo de violencia que va a destruir ultimadament e a Jerusalén—y probablemente muchas otras ciudades también.

Yo no pienso que esta segunda bestia pueda ser parada, porque representa el juicio de Dios que ha sido decretado. Pudo haber sido parado antes del 25 de Julio de 2000 o aún por muy tarde como en el 11 septiembre de 2001. Pero una vez que el juicio ha sido decretado, se va a llevar a cabo. Pero uno puede seguir limitando su alcance o disminuir sus efectos a través de arrepentimiento.

Arrepentimiento puede también ATRASAR el cumplimiento de esta profecía. Hay muchos ejemplos de esto en las Escrituras. Por ejemplo, ver 1 Reyes 21:29, donde Acab meramente se humilló así mismo y atrasó el juicio a la siguiente generación. Tal vez si él se hubiera arrepentido y hubiera dado realmente de regreso la viña la cual él había robado a Nabot y a su heredad, el juicio pudiera haber sido pospuesto por muchos años más — o cancelado completamente.

Esto es un principio muy bien establecido de la profecía Bíblica. Nosotros hemos hecho nuestra parte en entrar en guerra espiritual e intercesión, lo más notablemente fue en 1988, donde ganamos dos años de retraso. Pero la intercesión por si misma no puede parar esta destrucción. Solamente arrepentimiento sincero lo puede parar. Uno de los principales propósitos de la intercesión es obtener más tiempo para los rebeldes para que se arrepientan.

Como un cristiano, yo puedo apelar duramente al mundo Musulmán para que se arrepientan de recurrir a la violencia como una reacción de las injusticias que han sido perpetradas en contra de ellos. Esta es la primera responsabilidad de los cristianos—la Iglesia entera—de arrepentirse de estar apoyando al terrorismo judío desde los 1940s sin cuya ayuda el estado Israelita nunca hubiera llegado a ser. (Ver mi libro, La Batalla Por La Primogenitura.) La Iglesia debe arrepentirse de apoyar a los sionistas quienes roban la tierra de los palestinos en el nombre de Dios y la profecía Bíblica.

A muchos maestros de profecía les gusta castigar al mundo árabe por su oposición a los sionistas. Ellos apuntan a los actos terroristas hechos en contra de israelitas inocentes sin decirle a la gente que los israelitas han hecho las mismas cosas a los palestinos. Los dos lados están mal ante la mirada de Dios. Pero si tuviéramos que juzgar entre esos dos lados por la ley Bíblica imparcial, tendríamos que regresar al principio del problema en los primeros años del siglo 20. cuando el sionismo empezó a emigrar a Palestina con el propósito de imponer un estado judío.

No fueron los palestinos quienes se movieron para Europa para robar la tierra judía. Primero, muchos judíos individuales emigraron para Palestina y pacíficamente compraron tierra. Esos no fueron el problema. Pero una vez que ellos ganaron poder militar abierto en el área, la mayoría de la tierra en su posesión fue robada, ya sea por conquista de guerra o por la legislatura haciéndolo tal robo "legal".

El día de ajuste de cuentas va a llegar, como la Biblia nos lo dice. Me doy cuenta que, de acuerdo a Isaías, nadie va a poseer esa tierra o ciudad cuando el polvo se asiente. Pero esto es aún teóricamente posible poner a un lado esa fecha por arrepentimiento en esta presente generación. Yo oro para que esto pase.